Es cierto que
hoy en día está muy en auge que se innove y se quiera intentar una gran
variedad de nuevos formatos para la enseñanza, por esa razón desde que conocí
el término Flipped Classroom me
interesé por lo que este nuevo concepto conllevaba. Principalmente, ha de
conocerse que lo más significativo de esta metodología es que cambiamos las
tareas de clase de una manera que aprovechamos las horas en el aula para
resolver problemas, dudas y poner en práctica todo aquello aprendido.
Cabe
destacar que este nuevo concepto de enseñanza viene apadrinada de dos
profesores del Woodlank Park High School que acuñaron el término al darse
cuenta de que muchos estudiantes debido a diferentes razones (enfermedad,
lesiones, temas personales, etc.) perdían clases y no podían
recuperarlas, así pensando en dichos alumnos que podrían ir más atrasados con
la dinámica de clase y contenidos, crearon una metodología para disminuir ese
problema.
Ahora os
preguntaréis ¿cómo se usa?, pues es realmente sencilla su aplicación; las
actividades que tradicionalmente se hacen en clase se convierten en actividades
que los alumnos realizarán en sus casas mediante videos, power points,
películas, lecturas y otros materiales, mientras que el aula se convertirá en
una zona de debate, para compartir ideas, opiniones y resolver dudas a la hora
de poner en práctica los conocimientos aprendidos.
Otro
de los puntos a favor que vemos en esta metodología es que los materiales que
utiliza el docente pueden ser visualizados o utilizados por los alumnos las
veces que ellos necesiten y aprenderán a su ritmo, ya que sí existen dudas
acerca de algún tema, será posible ver o leer las explicaciones
correspondientes millones de veces seguidas sin problemas. Además, esta
metodología permite que el profesor sirva como un apoyo o guía y centre más la
atención en las necesidades individuales de aprendizaje de cada estudiante y
tenga en cuenta el ritmo que cada uno de sus alumnos lleva.
La clase invertida
está llena de ventajas tanto para los alumnos como para el profesor:
- PARA LOS ALUMNOS
- Responsabilidad y autonomía en el aprendizaje.
- Aprendizaje significativo.
- Pensamiento crítico y capacidad para resolver problemas.
- Motivación y rendimiento escolar.
- PARA EL PROFESOR
- Función de apoyo y feedback inmediato.
- Mejora en las relaciones con padres y con los alumnos.
- Desarrollo de un uso más responsable de la tecnología e incremento de la competencia digital.
- Control del tiempo en el aula.
- Atención a la diversidad.
Como conclusión podemos
decir que es una metodología que es ahora muy llamativa en el ámbito educativo
y por sus ventajas merece la pena probar una vez en la vida, así pues, tened en
cuenta cada punto y detalle para intentar mejorar vuestras clases, como también
mejorar como docentes.
Carolina Cebrià López.
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