Después de escuchar a muchos docentes en activo y de poder comprobarlo en mi propia piel, puedo admitir algo que estaba bien claro sin siquiera investigarlo: la escuela necesita transformación.
Y no me refiero al tipo de centro en sí, que tal vez necesitase un reajuste, sino a las metodologías que los profesores llevan utilizando durante siglos y no se han decidido a abandonar.
Hoy os traigo una novedad que os resultará muy interesante para trabajar en vuestras clases y que está a la orden del día, es decir, se ajusta a la escuela del siglo XXI.